Garantizar que ningún niño pase hambre nos va a exigir a todos
Anne Kenealy y Rebecca Rice, personal de Share Our Strength
A pesar de lo desalentador que ha sido el año pasado, hemos aprendido una vez más que, ante la incertidumbre, una cara amiga, una rutina familiar y la unión de las personas pueden ayudarnos a superar lo peor, incluso cuando el final parece tan lejano. Con el apoyo de Students Rebuild y de jóvenes activistas de todo el mundo, la campaña No Kid Hungry está apoyando a escuelas y grupos comunitarios para que sirvan comidas gratuitas, capacitando a Jóvenes Embajadores para que sirvan a sus comunidades y colaborando con la Fundación Akshaya Patra para combatir el hambre infantil en la India. Juntos podemos garantizar que los niños vulnerables reciban los alimentos que necesitan para aprender y crecer, incluso en estos tiempos difíciles.
Ningún grupo de personas ejemplifica mejor esta lección que los proveedores de comidas de primera línea que trabajan en las escuelas de nuestro país. Estas valientes y resistentes personas mantienen las comidas preparadas y listas en las escuelas, así como en las paradas de autobús, en las líneas de comida para llevar y las entregan en las puertas de las casas. No Kid Hungry se enorgullece de proporcionar subvenciones y orientación para ayudarles a tener éxito.
El Distrito Escolar Unificado de Rialto, en California, uno de nuestros socios y beneficiarios, es un ejemplo del inquebrantable compromiso del personal de nutrición de todo el país con la alimentación de los niños. Como responsable de nutrición infantil del Distrito Escolar Unificado de Rialto, California, Fausat Rahman-Davies se comprometió a garantizar que sus alumnos tuvieran acceso a comidas saludables a pesar de los retos de la pandemia.
Fausat Rahman-Davies, Jefe de Nutrición Infantil, Distrito Escolar Unificado de Rialto, California
Con la ayuda de No Kid Hungry, pudo poner en marcha puntos de recogida para que las familias recogieran comidas gratuitas. "La gente venía andando desde casi cinco kilómetros para llegar hasta nosotros", explica. "Una madre lo hizo, con su hijo de dos años en un cochecito, su hijo de siete caminando a su lado y una bolsa en la mano para llevar las comidas. Me dijo: 'Necesito esta comida. Mis hijos no han desayunado'". El año pasado pudieron servir 14,2 millones de comidas a sus alumnos.
Esa lucha está lejos de haber terminado para tantas familias de todo el país. Con la ayuda de Students Rebuild y de los jóvenes implicados, No Kid Hungry seguirá proporcionando a las escuelas y a los socios locales los recursos, las herramientas y la formación necesarios para alimentar a los niños. Como dijo Rahman-Davies, de Rialto: "Garantizar que ningún niño pase hambre nos va a llevar a todos". Puedes saber más sobre el trabajo en Rialto en este inspirador minidocumental.